Post continuación del publicado el pasado 6 de septiembre.
La banca toscana dominó las finanzas medievales durante tres siglos (foto de 2021 en las calles de Florencia).
Los Medici
La historia de los Medici es muy compleja y extensa, evolucionando de comerciantes y empresarios del textil a banqueros, haciendo carrera en el Vaticano (varios Medici fueron Papas de Roma) y especialmente siendo gobernantes de Florencia, en su última etapa, ya alejada de los negocios bancarios. La Banca Medici cerró en 1494, apenas un siglo posterior a su nacimiento en las calles de Florencia. Como relata Tim Parks, “no hubo fiesta del centenario del banco”.
Sus antecesores, las familias banqueras como las familias Bardi o Peruzzi que dominaron las finanzas del siglo XIII y XIV, son mucho menos conocidas al igual que Riccardi Di Lucca (1272-1302), banquero toscano de la ciudad de Lucca que financiaba al Rey ingles Eduardo I, a cambio de tener acceso privilegiado al comercio con la lana inglesa. Cuando en 1294, el Rey le pidió nuevos préstamos al banquero toscano, este se negó y el Rey le embargó todos los activos en Inglaterra quebrando el banco y provocando una crisis de crédito en la época. Además, el Papa, reclamando su dinero, actuó como banco central retirando dinero del sistema y empujando a una dura crisis crediticia. “Parece que el dinero ha desaparecido” declaró un Ricciardi. Eduardo I, luego tuvo que pagar un coste financiero mucho mayor por los nuevos prestamos con los banqueros que sucedieron a los Ricciardi. La banca medieval en el siglo XIII, liderada por los Ricciardi ya usaba técnicas financieras y modelos matemáticos como los actuales. Los monasterios ingleses vendían contratos forwards o futuros sobre la lana a los “merchant banks” toscanos.
Religión y Banca
La prohibición de la usura (cobro de cualquier tasa de interés en un préstamo) por la Iglesia cristiana proporcionó una gran oportunidad a los banqueros de otras religiones. Europa necesitaba de las finanzas para prosperar. Los judíos, excluidos de la mayoría de los empleos, satisficieron esta necesidad. Ocurría lo mismo en toda Europa. El famoso judío sefardita nacido en Córdoba, José de la Vega, se dedicó en el siglo XVII a las transacciones bursátiles en Ámsterdam, por no estar gremializados y por tanto, no tener el acceso restringido. En 1688 escribió el primer manual de Bolsa.
El enorme éxito y su extrema visibilidad como grupo religioso no cristiano traía muchos peligros para los judíos. Ocurrió también con los caballeros templarios, monjes guerreros que protegían a los peregrinos en tiempos de las cruzadas a Jerusalén, los cuales empezaron a ejercer también de banqueros y jugando un papel muy destacado en las finanzas europeas durante dos siglos. Los negocios bancarios florecen cuando existe la confianza de los depositantes y los templarios recibieron el reconocimiento papal en 1129 y pasaron de ser protectores de los peregrinos a actuar de banqueros internacionales. Primero como depositantes de los ahorros de los peregrinos, para luego realizar prestamos a terceros. Esquivaron la prohibición de la usura, obteniendo “rentas” de las propiedades que tenían como garantía de sus prestamos hipotecarios, evitando así el cobro oficial de intereses de esos créditos. No se puede entender las finanzas medievales sin estos monjes, guerreros y banqueros.
Los banqueros lombardos. Los “merchant banks” familiares
Tras la caída de los caballeros templarios, con la disolución de la Orden por parte del papa Clemente V en 1312, los llamados banqueros lombardos o del norte de Italia, en especial en la Toscana, ocuparon su lugar. En el siglo XIII empezaron a sustituir progresivamente también a los judíos como prestamistas. Los italianos mejoraron las técnicas. Inventaron la contabilidad de la doble entrada o partida doble (siglo XIII). Además, fueron muy creativos en la contabilidad de las operaciones bancarias para evitar la usura, anotando los intereses pagados como regalos. Siena, Lucca, Milán o Génova, supieron aprovecharse de la pujanza del comercio, pero fue Florencia quien se llevó la mayor parte del negocio. El negocio bancario necesita de la confianza para progresar y Florencia estaba muy bien equipada para las finanzas internacionales con su florín de oro, moneda acuñada en 1252 y ampliamente reconocida y prestigiada. Fue la “moneda fuerte” de la época.
A principios del siglo XIV, dos familias florentinas, los Bardi y Peruzzi, lideraron el negocio bancario medieval europeo. Eran además banqueros papales y ofrecían a los comerciantes las letras de cambio, que les permitían operar en múltiples ciudades pagando a un acreedor con el documento recibido de un cliente de otro país.
Los Bardi tenían a principios del siglo XIV, sucursales en Barcelona, Sevilla, Mallorca, en Paris, Aviñón, Niza o Marsella, en Londres, Brujas, Constantinopla o Rodas, Chipre o Jerusalén. En la Catedral de Florencia, ambas familias tienen capillas reservadas para sus miembros.
Muchos de los gobernantes europeos tenían deudas con los banqueros florentinos, los que les proporcionaba un enorme poder e influencia, aunque esta gran concentración de riesgo los arrastró a la ruina.
En la década de 1340, el Rey Eduardo III de Inglaterra mantenía una costosa guerra con Francia, era el inicio de la Guerra de los cien años. Estaba muy endeudado, debía 600.000 florines de oro a los Peruzzi y otros 900.000 a los Bardi. En esa época no existía un sistema económico y productivo desarrollado por lo que solo podías aumentar tu riqueza, tu producto interior bruto, saqueando a tu vecino, lo que en ultimo término arruinaba a uno de los dos contendientes. En 1345, Eduardo III incumplió sus pagos llevando a ambas casas florentinas a la bancarrota y a una nueva crisis financiera en el corazón de Europa. Florencia como centro financiero y bancario resistió no solo a esta grave crisis, sino también a la devastadora peste negra de 1348. Medio siglo más tarde nuevos financieros aparecieron en la capital toscana y volverían a hacer grandes fortunas. Destacan ya en el siglo XV, los Medici y los Pazzi. Ambos buscaban el apoyo del Vaticano y acabaron con guerras fratricidas. No hay mas que visitar el Palacio Medici (Palazzo Medici-Riccardi) en Florencia, o el resto de los palacios y torres de la ciudad, para entender que era una arquitectura casi militar, eran edificios defensivos.
A lo largo de la historia, las sagas familiares bancarias ayudan a construir la confianza que necesita toda entidad financiera con sus clientes y especialmente con sus depositantes. Ejemplos como los Rotschild, los Fugger (que sustituyeron a los Medici en el siglo XVI financiando a los Augsburgo y a los reyes españoles), los Morgan, los Warburg, los Lazard, los Nomura, los Mitsui o los Botín. Esta documentado como el fundador de la Banca Medici, Giovanni Di Bicci tenia como socio a un Bardi e hizo casar a su hijo Cosme o Cosimo de Medici con una Bardi. Sin duda Giovanni sabia de la importancia de tener un apellido bancario ilustre para prosperar en las altas finanzas.
Cosme de Medici (“Cósimo el viejo”)
Nacimiento de la banca Medici
Los inicios de Giovanni fueron muy duros. Su padre Silvestro de Medici, ocupando el cargo de Gonfalioneri o máximo poder en la conocida como Signoria de Florencia, apoyó a los trabajadores del textil (cardadores de lana) y otros artesanos en la “rebelión de los ciompi” o empleados sin derechos por no pertenecer a ningún gremio, y por tanto sin derecho a formar parte del gobierno. Se enfrentaron a la poderosa industria textil de la lana, con el gremio de la Lana (“Arte della Lanna”) al frente. A los “ciompi” y otros artesanos sin derechos, se les exigían impuestos que no podían pagar. La industria de la lana llegó a emplear un tercio de la población florentina. En los tumultos de 1378, se le cortó la cabeza al jefe de la familia Albizzi, uno de los personajes más renombrados de Florencia. La familia Medici cayó en desgracia entre las familias poderosas de la ciudad. Giovanni tenía entonces 22 años. Por cierto, es interesante conocer como funcionaba la Signoria en Florencia, el poder político de la Republica. El Gonfalioneri era elegido en votación y debía vivir en el “Palazzo de la Signoria”, para ser independiente y no dejarse influenciar por intereses particulares. También en Venecia se regía por un sistema similar y de ahí que se conociera a la ciudad-estado como “la Serenissima Signoria”. En la ciudad del Veneto en cambio, en lugar de un Gonfalioneri, el cargo máximo era el famoso Dogo o “Doge” (Dux en latin).
Peste negra en Florencia (Decameron de Bocaccio).
La segunda mitad del siglo XIV fue un periodo muy convulso. La sociedad tuvo que superar la crisis de crédito de 1345, la famosa peste negra de 1348, que mató un tercio de la población europea y probablemente la mitad de los 95.000 habitantes de Florencia y la Revolución de los Ciompi en 1378. Bocaccio en el Decameron, explicada detalladamente como los cuerpos llenaban las calles. La peste negra o bubónica liquidó el periodo de gran prosperidad de los siglos XII y XIII, y también su crecimiento demográfico y del comercio.
Tras volver de Roma y en este ambiente casi apocalíptico, Giovanni empezó su banco en un día de otoño de 1397, con una mesa en Vía Porta Rossa con Via della Lana, a treinta metros de la Iglesia de Orsanmichelle y del Mercatto Nuovo.
Muy probablemente los Medici han pasado a la historia por encima de sus antecesores, los Bardi o los Perruzzi, por su continuado apoyo del arte, por patrocinar a los artistas más famosos de la historia europea, en el conocido como Renacimiento. De hecho, la Banca Medici no superó en tamaño a las de sus antecesores. Los Medici, ya desde Cosme el viejo, patrocinaron el mundo del arte. Miquelangello, que conoció a tres Medici, Leonardo Davinci, Boticcelli, Donatello, Michelozzo, Masaccio, Ghiberti, Brunelleschi, Ghirlandaio, Verocchio o Vasari todos ellos trabajaron para uno o varios Medici. También científicos como Galileo Galilei. El arquitecto Brunelleschi, dejó temporalmente en 1430 la construcción de la cúpula del Duomo para ayudar a Cosme el viejo en la guerra de Florencia contra Lucca, desviando el rio e inundando los alrededores de la ciudad. Setenta años más tarde, Leonardo Da Vinci planificó para Florencia algo similar contra la ciudad de Pisa, con el rio Arno. Ambas estrategias fallaron. Lucca, la anterior capital toscana, permaneció independiente hasta 1799. Las feroces luchas de poder de la época inspiraron a Maquiavelo, quien tuvo que huir ante la llegada al poder de los Medici contra quienes conspiró. Lorenzo de Medici “el magnifico” fue quien mas apoyó el patrocinio del arte, aunque en contrapartida inicio el declive de la banca. Los Medici son probablemente más conocidos como los grandes mecenas del renacimiento que como banqueros.
Según Tim Parks, “los 97 años de la banca Medici fueron un paréntesis, un oasis en la compleja transición entre el medievo y los tiempos modernos. Una época en la que la usura y el arte florecieron. La banca Medici llegó antes del saqueo de Roma (1527), el asedio de Nápoles (1527-1528) y el de Florencia (1529-1530), o antes de la cruel e inflexible contrarreforma, y antes que Italia perdiera su independencia por mas de trescientos años.
Árbol genealógico de los Medici.
Historia de la familia Medici. Los Medici banqueros y los gobernantes
Sin duda existen dos periodos claros y muy diferenciados en la historia de la familia Medici:
- Los Medici banqueros: Son cinco generaciones en un vertiginoso ascenso de su fortuna, primero económica, ligada a la banca y luego política, para sufrir un súbito y completo colapso. Desde el nacimiento de la Banca Medici en 1397 en la Via Porta Rossa, hasta su confiscación en 1494, en manos de un novato Piero de Medici, que huyó despavorido ante la invasión francesa de 1397, para perderlo todo. Tras Giovanni, el fundador, vino Cosme de Medici, el “Pater Patriae” (1389 a 1464), el que mas años vivió entre los cinco. Sufrió prisión en la Torre del “Palazzo Vechio” orquestada por sus rivales, los Strozzi y los Albizzi, quienes confabularon contra el como dirigente de la ciudad, tras fallar en la conquista de la ciudad de Lucca. Esquivó la muerte, aunque no el exilio. Volvió triunfante a la ciudad como banquero, gobernante y como benefactor del arte y de las obras publicas que mejoraron y embellecieron Florencia. La compleja construcción de la cúpula del Duomo por Bruneleschi, aun es hoy en día el símbolo de la ciudad, fue liderado por Cosme quien confió en Brunelleschi en una operación arquitectónica muy arriesgada. A su muerte, la banca Medici estaba en su máximo apogeo y tras el empezó un declive del que ya nunca se recuperaría. Su hijo y sucesor, Piero de Cosme de Medici, se le conoció como Pedro “el gotoso”. Toda la familia sufría de gota y Piero (Pedro) no superó a su padre en sus habilidades por lo que fue conocido por su dolencia. Apenas dirigió el negocio familiar cinco años, de 1464 a 1469, traspasándolo intacto a su hijo mayor Lorenzo en 1469. Lorenzo “el magnifico”, igual que su padre y abuelo, sobrevivió a una gran conspiración y demostró grandes dotes en la manipulación política. Aspiró a entrar a la aristocracia. Escribía poemas. Fue un gran coleccionista. Lo que realmente le atraía era el arte, no las finanzas ni el comercio, lo que condujo a un continuo declive de la banca de la familia. En 1492, a los 43 años, murió por sus múltiples dolencias. La enfermedad de la gota ya no le permitía ni visitar a su corpulenta amante. El último de los cinco banqueros fue el hijo mayor de Lorenzo. Piero di Lorenzo o “Pedro el fatuo”, nacido en 1472, se le conocía tan solo talento para el juego del futbol florentino. Huyó de la ciudad en 1494, al acercarse las tropas francesas de Carlos VIII que ni siquiera entraron en la ciudad. Aprovechando la situación de debilidad, los Pazzi y la iglesia tomaron el control de la Republica y de los activos de la familia. El Palazzo Medici fue saqueado, toda la fortuna familiar fue confiscada y la banca colapsó, sin alcanzar el centenario de su existencia.
Lorenzo de Medici “el magnífico”.
- Los Medici gobernantes de Florencia: En una segunda etapa, un pariente lejano, Cosme I de Medici (1519-1574), restauró el poder de la familia en la ciudad, aunque no de la banca. Sucesivos Medici gobernaron la ciudad hasta 1737, época del imperio austrohúngaro. No confundirlo con Cosme “el viejo”. Cosme I se casó con Leonor Álvarez de Toledo (Duques de Toscana), consiguiendo así un pacto con Carlos V y el Reino de España. El Palazzo Vechio actual, es obra de los Medici de esta segunda etapa a partir del siglo XVI. El Palazzo Vecchio o de la Signoria o Ducale es el símbolo del poder político de la Republica de Florencia, y Cosme I, conformó un sistema político autoritario cuya estructura gubernamental aún duraría dos siglos. El impresionante Salone dei Cinquecento, fue decorado por los duques de Toscana. A petición de Leonor, posteriormente se trasladaron a vivir al Palazzio Pitti. Expandió Florencia conquistando Siena en 1555 en un durísimo asedio y alcanzó innumerables logros en economía, arquitectura y arte. Cosme I fue un gran mecenas, construyendo la Galería de los Uffizi y el corredor de Vasari, del arquitecto principal de los duques. Su hijo y sucesor Francisco I de Medici se casó con una Augsburgo. Los Medici de esta segunda etapa ya actuaban como altos dirigentes europeos, casándose con familias reales en lugar de familias de tradición bancaria como en el pasado. Las prioridades y objetivos habían cambiado.
La próxima semana publicaré el último capítulo sobre el sistema financiero de la época, el circuito de la lana, clave en el comercio y en la banca europea medieval, y la importancia de los gremios. Aquí tenéis la parte III y última.
Leave a Reply