El Instituto WILDENSTEIN o como entender el mundo de la inversión en pintura

Cuadro de Claude Monet, “La promenade” (1875).

Inicio con este, una serie de artículos relacionados con la inversión en arte en general y la pintura en particular. Solo ocasionalmente he escrito alguno, como fue por ejemplo, los 100 artistas mas cotizados de la historia (1º Wharhol, 2º Picasso y 9º Joan Miró entre los 100 artistas que no están vivos).

David Aguirre, consejero de Koala capital sicav viene de una familia que ha vivido con el arte de la pintura en su día a día, su padre es marchante o intermediario de pintura y como siempre me ha explicado historias sobre el poco conocido mundo de la pintura, le pedí que me escribiese algunas pequeñas historias que nos ayuden a entender mejor este complejo mundo del arte y especialmente de la pintura. La inversión en arte, solo se parece a invertir en acciones o en divisas o en bonos o en materias primas, a que sus precios dependen de la oferta y la demanda, pero los criterios para invertir en el mercado del arte y mas concretamente en el de la pintura son muy distintos. Por ejemplo, son necesarias en muchos casos certificaciones y catalogaciones otorgadas por instituciones o expertos individuales. El Instituto Wildenstein, uno de los certificadores mas importantes, es sólo una pieza de este grandioso puzzle, pero nos ayudará a entender mejor como funciona el fascinante mundo de la pintura.

Como veréis por ejemplo en wikipedia, el Instituto Wildenstein es bastante desconocida para la mayoría de la población, aunque para los expertos en arte, la familia Wildenstein es una de las mas influyentes en el mundo de la pintura. Aquí tenéis el texto que David Aguirre me ha enviado:

“Estimados lectores instruir en el mundo del arte es una temeridad, por su complejidad y diversidad. Como bien dice mi padre: “yo no soy experto de nada, si conociese el 1% de la creación del hombre en cuanto ha expresión artística, me bastaría y me quedaría plenamente satisfecho, por desgracia no es así” cabe añadir que mi padre hace más de 40 años que se dedica en cuerpo y alma al estudio del arte.

Quien tenga en su pinacoteca, un Claude Monet, un Eduard Manet o un Paul Gauguin posiblemente ya conozca de cerca el Instituto Wildenstein. Para el resto de mortales este nombre es un perfecto desconocido. El instituto Wildenstein, hoy en día es  el centro de referencia para el estudio y catalogación de los maestros franceses más importantes que marcaron los albores de una explosión de creatividad sin precedentes a caballo de los siglos XIX y XX con movimientos artísticos que son hoy estudiados hasta la saciedad como el Fauvismo, el Impresionismo y el Expresionismo.

Daniel y Alec Wildenstein.

La Institución Wildenstein está gestionada por la quinta generación familiar y expande sus tentáculos por todo el mundo con oficinas en Londres, Nueva York, Tokio y París en donde está la sede principal.  Logró su máximo empuje de la mano de Georges Wildenstein (1892-1963) y Daniel Wildenstein (1917-2001). El primero, hijo de Nathan Wildenstein (marchante de arte y creador de la saga) impulso el año 1918 una biblioteca dedicada al mundo del arte que hoy alberga 400.000 referencias empleadas para los estudios de catalogación. El segundo, hijo de Georges estableció los cimientos de la institución con los prestigiosos catálogos “Críticos” o “Raisonné”. Estos, catálogos  compilan y clasifican las obras completas de un escultor o pintor que este en la base de estudio de la Fundación Wildenstein, esta asume la responsabilidad académica y financiera de cada  proyecto (la Fundación se creó en 1970 en memoria de Georges Wildenstein y está regida por el Instituto). Para poder tener una idea de lo meticulosos y laboriosos que son, hay catálogos que se han concebido en varias décadas de investigación, el de Monet por ejemplo, se edito después de 40 años de estudio.

Cada año en colaboración de la conocida editorial  Taschen, editan unos 2000 catálogos por autor, éstos sólo se pueden comprar vía Instituto y el precio se debe consultar, ya que varían por autor. Personalmente he visto un par de ellos, el de Monet y el de Manet y la verdad es que están muy bien presentados y documentados, incluso muestran estudios de cotización.

Hoy en día, muchos de los compradores (que en realidad son pocos) de estos grandes nombres, exigen el certificado de autenticidad del Instituto ya que goza de gran prestigio gracias a su rigor, de hecho la institución colabora directamente con muchos de los museos de cada autor.

De la mano del fundador y patriarca Nathan Wildenstein la Institución cuenta con una importante colección privada en la que se encuentran piezas de gran relevancia nombres como: Van Gogh, Renoir, Gauguin, Cezanne, Monet,…  curiosamente son muy celosos con sus obras y no hacen difusión de ellas, se dice que la colección contiene pinturas aún desconocidas por los críticos y que puede tener un valor de mercado, ojo al dato, de más de 10.000 millones de dólares, pero todo puede formar parte de una leyenda, las especulaciones grandilocuentes en el mundo del arte son frecuentes.

Flota un alo muy oscuro en esta increíble pinacoteca, es la otra cara de la familia Wildenstein, se cree que su mayor crecimiento se  produjo gracias a las confiscaciones de arte que el Nazismo practico a los judíos deportados en la segunda guerra mundial. En esa época,  hay quíen explica que los hermanos Wildenstein, contribuyeron  a la desaparición de muchas piezas de gran valor artístico y se cree que parte de estas engrosan hoy  una de las colecciones  privadas más importantes del planeta. Y no olvidemos, que los Wildenstein son judíos. Estas acusaciones hicieron tambalear los cimientos del apellido familiar pero con el tiempo lograron recuperar su actividad principal, dedicada al estudio y análisis de los grandes maestros. Todos sabemos que el tiempo es precisamente, el ungüento que mejor cicatriza los peores comportamientos humanos.

Daniel Wildenstein y sus dos hijos, Guy y Alec, recientemente fallecido.

¿Y como funciona la institución? el Instituto es una empresa y cobran por cada procedimiento, forma parte de su negocio. Si usted es el interesado deberá mandar una fotografía de gran calidad previo pago de un importe X, dicha fotografía será valorada, y si se da la luz verde a la obra en cuestión  será analizada “in situ” por un comité asesor. Cada autor, tiene su propio comité que se reúne una vez por semana. Los comités están formados por historiadores del arte y por descendientes o beneficiarios legales de cada figura ilustre. Como decía, si se de la luz verde, se pactará por transporte consignado que días se tiene de llevar la pieza al Instituto para su estudio. Evidentemente todos los gastos van a cargo de la propiedad: transporte, vigilancia, seguros, estudios de pigmentación, placas, fotografías,…y como no, la certificación y la catalogación, en el supuesto de que realmente estemos de suerte, y a criterio del comité la obra bajo análisis sea el producto de los pinceles de un gran maestro.

Anticuarios de prestigio, me han comentado que por estos menesteres,  el Instituto ha cobrado mas de 100.000 € cuando la obra analizada ha resultado ser de una gran figura. Claro está, que ha estos niveles uno tiene que ser consciente de lo que tiene entre manos, y la exclusividad siempre se acaba pagando”.

Buscando por Internet he visto varia noticias relacionadas con el imperio Wildenstein. En 2005 se generó una fuerte disputa por la herencia, calculada en unos $10.000 millones, tras la muerte de Daniel Wildenstein. En febrero 2008, su hijo Alec moría en París.

Recientemente leía una interesante noticia relacionada sobre certificaciones de cuadros, cuyo título era, “lo siento su Picasso es falso“.

Aquí podéis encontrar otros post con información y consejos para invertir en arte y otras inversiones alternativas.

Mas en  http://twitter.com/marcgarrigasait