La banca Medici. Como funcionaba la banca en la edad media (III). Los gremios

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Post final de la parte I y parte II

Escudos de los gremios de Florencia.

Los gremios fueron clave en el nacimiento y florecimiento del comercio y posteriormente del arte. Eran la autoridad mercantil que ordenaba y promovía los buenos usos. Evitaban por ejemplo las falsificaciones o los trabajos de mala calidad.

Los gremios aplicaban además políticas industriales, fiscales y monetarias. También tenían mucho peso en la formación de gobierno. Además, formaban parte del Tribunal “della Mercanzia”, el tribunal mercantil que resolvía conflictos y también ejecutaba los procesos de insolvencia. La sede central se situaba en la Via Calzaiuoli a la altura de la Iglesia de Orsanmichele para luego trasladarse al magnifico palacio que hoy alberga el Museo Gucci (empresa fundada el año 1921 en Florencia). El edificio de la Piazza della Signoria se construyó en 1359 y a partir de 1390 albergó el importante tribunal para la actividad mercantil y bancaria. Todo imperio económico dominante necesita de un buen “rule of law” y de instituciones respetadas que organicen las actividades mercantiles y civiles.

Las siete corporaciones que tomaron el nombre de los gremios principales (“arte maggiori”), se habían establecido entre la segunda mitad del siglo XII y la primera mitad del siglo XIII, escindiéndose progresivamente de la Corporación “Madre” o “Arte de Calimala”: Primero nació el Gremio o Arte del cambio, dedicados al cambio monedas, evolucionando a banqueros. Luego, el de los jueces, de los notarios y de la lana, hasta que cada uno de ellos adquirió su fisonomía específica, fijada por las normas contenidas en sus estatutos. Los órganos representativos del gremio eran todopoderos.

En 1266, la sede de los principales gremios seguía siendo la de Calimala, y a partir de ese año se decidió que estas asociaciones se organizaran cada una con su propio estandarte o bandera (“gonfalone”). Los miembros de estas corporaciones se encontraron gestionando y administrando grandes intereses, creando relaciones comerciales y financieras en muchas partes del mundo; Su primacía económica los llevó a fines del siglo XIII al frente de la República de Florencia, a cuya grandeza y esplendor contribuyeron mediante los trabajos públicos y monumentos que existen aún en la actualidad y que denotan la riqueza y el poder de la ciudad.

El gremio de Calimala (comerciantes de telas), era el mas antiguo. Importaban telas de lana de Inglaterra y del norte de Francia (Flandes y Brabante). Ya en Florencia, las teñían y terminaban para exportarlas. No podían tejer sobre ellas, al ser esta función competencia única del Gremio de la lana cuya sede, el Palazzo dell’Arte della Lana comunica hoy en día con la Iglesia Orsanmichelle a través de un pasillo aéreo. Si visitas la iglesia podrás cruzarlo para subir a las plantas superiores de la Iglesia, que eran originariamente almacenes de grano para la ciudad.

Fotografia del Duomo, el Palazzo Vechio y justo al lado emerge la Iglesia de Orsanmichelle.

Orsanmichele fue convertida en la iglesia de los gremios. Pagada por ellos, para simbolizar su dominio del comercio de la ciudad. Tiene estatuas exteriores que representan a todos los gremios principales y secundarios, realizados por artistas como Verrocchio, Ghiberti, Brunelleschi o Donatello, lo que demuestra su importancia histórica. Orsanmichelle se encuentra a pocos metros de los edificios de todos los gremios mayores.

Este sistema capitalista operaba en Florencia en el siglo XIII, gracias al comercio textil y a los gremios organizándolo y dándole la seguridad jurídica necesaria. El gremio de Calimala (comerciantes de telas) fue el primero del que se tiene constancia, mencionado en un documento de la segunda parte del siglo XII. Hacia 1193 se tenia constancia escrita de la existencia de siete gremios.

En el funcionamiento de los gremios ya se desarrolló una clara especialización del trabajo. La lana virgen europea llegaba a Flandes, Inglaterra y al norte de Francia, desde otras zonas europeas como el importante eje Burgos-Bilbao. Estas telas viajaban posteriormente al norte de Italia en una ruta comercial triangular.

Está documentado como por ejemplo la familia de comerciantes-banqueros conocidos como los Scali, operaban en Inglaterra en el comercio de telas de lana. Se sabe que quebraron en 1326 en una crisis de liquidez en un proceso de quiebra judicial documentado en la denominada “Mercanzia”. Era un tribunal especializado en lo mercantil.

Los Scali, Junto con los Bardi y Peruzzi, sus competidores, eran una de las tres familias de banqueros florentinos mas importantes de la Edad Media. En el siglo XIII, evolucionaron de comerciantes de telas a banqueros internacionales. Fueron los predecesores de los Medici. A principios del siglo XIV los Scali ya se habían convertido en la casa más poderosa de Italia. Los Scali era miembros del gremio de Calimala. También los Peruzzi, los Pazzi, los Mozzi, los Pulci, los Canigiani o los Spini. Tras la famosa peste negra de 1348, el gremio se abrió a nuevas familias. Al igual que en toda Europa, la peste impulsó la movilidad social, rompiendo múltiples barreras sociales.

La iglesia permitía una ganancia razonable y adecuada del 10%-12% en los negocios. La documentación más antigua del Arte di Calimala data de alrededor de 1182, en la que los comerciantes de telas florentinos fueron de los primeros en unirse en una cofradía para controlar el comercio que era su medio de vida.

Los miembros de la Calimala eran la élite de Florencia. El capital requerido y la red crediticia que lo activaba hizo que miembros de la Calimala, como los Scali, se enfocaran a los negocios bancarios para complementar sus actividades como comerciantes. Podían obtener ganancias en el comercio de granos o en negocios o transacciones inmobiliarias. Los Scali, durante el reinado de Enrique III, sirvieron como los intermediarios financieros principales entre el rey y la curia papal; así, después de la batalla de Montaperti (1260), los Scali eran fieles partidarios de la causa papal en Italia (güelfos), hasta que el Papa Bonifacio VIII recurrió a otros banqueros de Florencia y Pistoia. Los Ricciardi de Lucca y familia se convirtieron en los nuevos banqueros preferidos del Rey. Los Scali adquirían productos textiles de lana en Inglaterra y Borgoña, eran también muy activos en Francia y Alemania, con factorías en Perugia, Milán y Venecia. También exportaban grano de Apulia a Ragusa a través del Adriático, hasta que una crisis de liquidez los llevó ante “la Mercanzia” provocando una crisis de crédito florentino en el exterior.

Otra familia de banqueros fueron los Acciaioli. Fundaron un poderoso banco en el siglo XIII (Compagna di Ser Leone degli Acciaioli e de’ suoi consorti) que tenía sucursales desde Grecia hasta Europa occidental hasta que el banco colapsó en 1345.

El obispo Angiolo Acciaioli gobernó brevemente Florencia a mediados del siglo XIV. Su familia se asoció a los Albizzi y luego a los Medici en el siglo XV. Aproximadamente entre 1390 y 1460 gobernaron el Ducado de Atenas y mantuvieron estrechos vínculos con la rama más joven de los Medici a través del matrimonio de Laudomia Acciaioli con Pierfrancesco de’ Medici, de quien descienden los posteriores Grandes Duques de Toscana, así como varios miembros de las reales casas.

La corporación Calimala mantenía su propio cuerpo armado de guardias que durante la noche custodiaba las tiendas y almacenes y también protegían a los hosteleros que ofrecieran alojamiento a los comerciantes extranjeros. El comercio era lo más importante en la ciudad.

Los gremios, a cambio, pagaban a la iglesia, por ejemplo con la construcción de iglesias y monumentos. Gracias a la enorme riqueza creada en Florencia en el que los gremios eran parte central, se desarrolló allí la cultura del arte, y surgió el “Renacimiento”, en este caso impulsado por los Medici, miembros del gremio de banqueros y cambistas. En la Iglesia de Orsanmichelle, los gremios encargaron en los siglos XIV y XV, estatuas de los patrones de los 14 gremios a grandes artistas. Los gremios principales tienen las estatuas de bronce y los gremios secundarios de mármol. Todo puede contemplarse aun hoy en día.

Sede del Gremio de la Lana con Orsanmichelle detras (Florencia).

Lista de Gremios o “Arte”

Estas son las siete artes o gremios principales (“maggiori”), ordenados por importancia:

    Arte de los jueces y notarios.

    Arte de Mercatanti (o Calimalia)

    Los banqueros (Arte del Cambio)

    Arte de la lana

    Arte de la seda

    Arte de médicos, farmacéuticos y especialistas (incluyeron a pintores).

    Arte de Peleteros y desolladores

A partir de la mitad del siglo XIII, coexistían con las catorce corporaciones o gremios secundarios, cada una con su propio estatuto. Inicialmente, estaban confederados en una sola asociación, con una representación compartida, pero desde 1266 en adelante comenzaron a asumir identidades específicas: el arte de Vinattieri (productores y comerciantes de vino) nació precisamente en ese año, el de los zapateros que ya existía en 1273 y las primeras noticias sobre el arte de los cueros se remontan a 1282. Otros gremios menores fueron por ejemplo los carniceros, panaderos o los del aceite de Oliva.

Todos los gremios florentinos, los principales y los secundarios, sobrevivieron unos cinco siglos hasta que en 1770 fueron abolidos por un decreto del archiduque austriaco José II (como Gran Duque de Toscana), traspasando sus funciones a la única cámara de comercio florentina, la “Camera di Commercio, Arti e Manifatture”. La única excepción fue la permanencia de los gremios del “Arte dei Giudici e Notai” (Jueces y Notarios), que se prolongó hasta que finalmente fue abolido en 1777 por un nuevo decreto.

Gremio o Arte del cambio (cambistas o banqueros)

La corporación nació alrededor de 1202 al separarse del gremio o arte de Calimata y reunir a los cambistas, los comerciantes de piedras preciosas y metales y todos aquellos que realizaban depósitos y/o créditos locales o internacionales. Los cónsules de gremio eran seis, dos para el Mercatto Vechio y Mercato Nuovo, y uno cada uno para los distritos de Oltrarno y Orsanmichele, donde se concentraban la mayoría de las tiendas de banqueros/cambistas. Oltrarno es el barrio tras el rio Arno, donde se situa el Palazzo Pitti.

La profesión se dividió entre Magistri, los verdaderos socios de la Corporación, y los discípulos (“discepoli”), es decir, los aprendices cuyo período de capacitación pasó de 5 a 10 años y los “sensali”, mucho más numerosos por las calles.

A partir de 1352, el Gremio de banqueros-cambistas estaba en la Piazza della Signoria bajo la llamada Logia dei Pisani, demolida en el siglo XIX, donde hoy esta ocupado por el Palazzo delle Assichurazioni Generali y, por lo tanto, adyacente a la de Calimata. Después de siglos de prestigio y riqueza, en 1530, la corporación sufrió un enorme daño tras el asedio de Florencia; La República confiscó sus activos para asumir los grandes costos de la guerra y lo poco restante, fue para financiar los enormes costos de la construcción de los Uffizi por parte de Cosme I de ‘Medici.

La decadencia del gremio fue imparable, hasta que en 1770 fue suprimida por el Gran Duque Pietro Leopoldo di Lorena (Emperador de Austria).

El sistema monetario de la época era muy complejo, con monedas de las distintas ciudades del norte de Italia con distintos pesos. Además, se realizaba el raspado para obtener metales. Los cambistas eran claves y realizaban su trabajo en mesas en su mayoría en la zona de los gremios, cerca de Orsanmichelle y Mercatto Nuevo. La evolución lógica, al ser personas de confianza de la sociedad, fue la de recibir depósitos de ahorros y formalizar prestamos. El dinero pasó de estar almacenado a multiplicar la velocidad llevando el progreso, el mercantilismo. Los banqueros como los Medici propulsaron el comercio y la generación de riqueza lo que en ultimo termino propulsó el “renacimiento” y el arte en la ciudad.

Sistema monetario de la época

Florin de oro de Florencia.

Hasta a mediados del siglo XIII, el sistema monetario florentino siguió al sistema actual europeo que aún se basaba en el sistema de la plata introducido por Carlomagno hacia el final del siglo VIII; Este sistema tenía el centavo de plata como una unidad de cuenta, con sus múltiplos calculados en base a la base 12, por lo que 12 denarios eran un centavo y veinte denarios hicieron una lira de plata. Se usaba este sistema de cálculo general con las distintas monedas que circulaban en Italia en el siglo XIII. Por ejemplo, el uso de la moneda de plata de cuatro denarios de Venecia fue generalizada, acuñada incluso tanto en Pisa como en Lucca. El mayor problema, además de las fluctuaciones normales del mercado, fue la diferencia del peso de las monedas, debido al consumo natural y a la práctica generalizada de “Calìa”, es decir, el raspado del borde de las monedas para obtener un poco de metal precioso. El papel de los cambistas en este entorno era imprescindible. Una mesa como la de Giovanni di Bicci de Medici en 1397 en el cruce de la calle Via Porta Rossa con Via Della Lana (ver el relato en la parte I de este post), te permitía cambiar monedas de múltiples ciudades, o de monedas (“piccoli”) de plata a los florines de oro, o darte validez a tu moneda ante terceros.

En 1252, los Republica de Florencia decidió acuñar su propia moneda, el fiorino d’oro (el florín de oro), con un peso de los 3,53 gramos con el lirio o flor de lis en relieve en una cara y San Giovanni Bautista, patrón de la ciudad, por el otro; Se respetó el sistema monetario basado en el 12, para el cual se necesitaban 12 denarios para un centavo y 20 denario para un florín, que, por lo tanto, se impuso como una nueva unidad de cuenta de oro en lugar de plata.

La nueva moneda no tuvo inicialmente una total aceptación, pero luego acabó imponiéndose en todas las principales plazas comerciales italianas y europeas en los siglos XIII y XIV; A partir de 1346 por ejemplo, el Reino de Aragón emitió el conocido como “florín aragonés” con un reverso con una flor de lis y otro con San Juan Bautista. La única diferencia con el florentino era la leyenda que identificaba al rey de Aragón con la leyenda ARAGO REX.

Avanzado el siglo XV, el florín dejó de ser una moneda de confianza. Su caída en desgracia coincide con el ascenso del ducado veneciano, que heredó su papel como moneda internacional.

El florín de oro fue de curso legal hasta 1533, cuando el primer duque de Florencia Alessandro I de Medici, decidió suplantar la antigua moneda republicana, por las enseñas de Medici en una cara y una cruz en el lugar de San Juan Bautista.

La ruta de la lana, de Burgos a Brujas y Amberes

Mapa de las rutas de la lana.

A finales de la Edad media, un sistema económico empezó a fraguarse alrededor de la industria de la lana, un buen ejemplo de uno de los elementos que sentaron las bases de la Europa económica social y política. El comercio ayudaba a producir riqueza y olvidar el saqueo de tus vecinos, como único medio para progresar.

Desde el siglo XIII se comienza a desarrollar un sistema de explotación ganadera nueva en la península ibérica, especialmente en Castilla. Era la ganadería trashumante que abastecería de lana a los centros textiles de los Países Bajos. Los propietarios de ovejas se organizarían en asociaciones; los castellanos en el “honorable concejo de la Mesta” y los aragoneses en “la casa de los ganaderos”. Una vez liberado de trabas comerciales habituales, la trashumancia aumentó el comercio interno en Castilla, favoreciendo ferias como la de Medina del Campo, activa desde el comienzo del siglo XV y seguida por las de Valladolid, Villalón o Medina del Rio Seco. Con miras al comercio exterior, se creó en 1493 el “Consulado de Burgos” y posteriormente el de Bilbao en 1511, para potenciar la exportación de la lana merina a plazas como Flandes, Nantes, Londres o La Rochelle. A partir del siglo XIII, el tráfico de lana se centralizó Burgos. Cántabros y vascos actuaron de transportistas. Esto hizo de la ciudad una de las más prosperas de la península ibérica en los siglos XIV y XV. En ella Vivian los magnates de “la Mesta”. Las disputas entre Burgos y Bilbao por los fletes de lana, fue resuelto inicialmente por los Reyes Católicos a favor de la ciudad castellana (Consulado de Burgos de 1493). En 1499 se llegó a un acuerdo final por el que Burgos se reservo la exclusiva del comercio de lana y Bilbao el monopolio de las exportaciones de hierro. Bilbao, era un puerto de exportación de lana desde su fundación como villa en 1300. Fue además la principal salida al mar de las mercancías castellanas.

Fue clave en esa época que tanto las zonas de producción de la lana en Castilla, como los centros de transformación en Flandes eran parte del dominio del emperador Carlos I.

A partir del siglo XI, Brujas era el puerto comercial y el centro económico y financiero por excelencia en Europa. A partir del siglo XV, tras encenagarse el cauce del rio Zwin, Amberes la sustituyó canalizando entonces el comercio de lana.

Fotografias de 2021 de la casa de la familia Van der Beurse (Brujas), la primera bolsa de valores

Brujas era la capital del comercio europeo. En la casa-hostal de la familia Van der Beurse, se encontraban ya desde el siglo XIII, comerciantes flamencos con otros llegados de toda Europa para cambiar dinero y negociar precios de contratos. Este edificio privado de Brujas es considerado la primera Bolsa de Valores en Europa. Ya en el siglo XIV se negociaban aquí bonos, letras de cambio, commodities así como seguros. En la misma plaza se reunían, abogados, notarios y los que ejercían de brokers entre los comerciantes de múltiples naciones. Cuando llovía, todos se desplazaban a la casa-hostal de la familia Van der Beurse, un magnate del sector inmobiliario local. Igual que con las bolsas de hoy en día, existía un horario de funcionamiento del mercado que abría y cerraba con una campana. A partir de entonces, todas las bolsas llevaran el nombre de la familia de Brujas.

Cerca de la plaza estaban las “casas de naciones” que ejercían de consulados para los comerciantes de cada región como la de Lucca o Florencia. Incluso, a finales del siglo XIV, el propio inmueble de la bolsa se convirtió en la Casa de Venecia. Como podéis ver en las fotos superiores, este edificio aun existe hoy en día.

La intensa actividad bancaria, convirtió a la ciudad en un centro internacional de pagos y créditos. Hanseáticos, ingleses, genoveses, venecianos, florentinos, castellanos, vizcaínos, catalanes, etc., se agrupaban en “naciones”, cada una de las cuales tenia su casa consular, así como almacenes y zonas asignadas para la descarga de barcos. En la primera mitad del siglo XVI, Brujas era el “Wall Street” de la época. Desde el siglo XIV, también la Corona de Aragón tenia un Consulado en la ciudad. Se estima que existía también la “Nación de Vizcaya” a principios del siglo XVI, probablemente situada en la actual Plaza de los Vizcaínos

La lana cruzaba los campos portugueses, extremeños, castellanos, riojanos y navarros y llegaba a la salida al mar mayoritariamente en Cantabria o País Vasco, aunque también en Alicante y Sevilla. Las convocatorias de ferias anuales, en mayo y octubre, en especial la de Medina del Campo, impulsaron el comercio de lana, para evolucionar incluso a mini-centros financieros. Junto a los mercaderes burgaleses, bilbaínos, sevillanos y catalanes, eran numerosos los agentes de las grandes casas de finanzas de Amberes, Lion, Génova, Florencia o Lisboa que acudían a Medina a comerciar. El protagonismo paso de los comerciantes a los hombres de negocio, los cambistas y banqueros que endosaban créditos contrataban grandes partidas, ordenaban pagos y giraban letras de cambio.

Con el nacimiento de la industria flamenca del hilado y la pérdida progresiva de influencia de Brujas, la ciudad de Amberes se fue convirtiendo en el mayor centro comercial y financiero y en un enorme almacén de lana europeo. En 1460 se crea la primera Bolsa de la modernidad y en 1531 tomó mucha fuerza cuando el gobierno local de Amberes la trasladó de edificio y la amplió.

Bolsa de Amberes, edificio de 1531 (fotografia de 2021).

A finales del siglo XVI, el eje comercial de Medina del Campo con Amberes se rompió por la crisis de las exportaciones laneras.

Información extraída del documento “La Ruta de la Lana”.

Ámsterdam, la primera salida a bolsa de la historia

Ya en el siglo XVI y XVII, la Republica Holandesa fue el abanderado mercantil y del comercio en Europa. Ámsterdam sucedió a Amberes como centro comercial y financiero, especialmente tras la invasión española de Amberes a finales del siglo XVI. La creación de la Bolsa de Ámsterdam en 1602 marcó el inicio de la dominación holandesa del comercio y las finanzas por dos siglos. Allí se realizaría la primera salida a bolsa de la historia de una sociedad, la Compañía de las Indias, una sociedad de responsabilidad limitada, un elemento jurídico clave para los siguientes siglos en el desarrollo de las finanzas y comercio.

El Bank of Amsterdam, nacido el 1609, es considerado por muchos historiadores como el primer Banco Central del mundo.

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