Las compras mensuales del Banco Japón (QE) ya coinciden con el volumen de bonos del tesoro emitidos (fuente: )
Recientemente dos noticias muy relevantes sobre el Banco Central de Japón (Bank Of Japan o BOJ) han pasado desapercibidas para la mayoría de la opinión publica.
A principios de marzo, el primer ministro japonés Shinzo Abe, ha sustituido a la única mujer que formaba parte del consejo del Banco de Japón. Sayuri Shirai, de 53 años había votado en contra de la implementación de tipos de interés negativos en el último consejo del banco central (resultado 4 a favor y 3 en contra). Su sustituto es un economista apenas conocido y probablemente más dócil. Por lo que se conoce es muy probable que vote a favor de las medidas extremas implementadas por la máxima autoridad monetaria.
El primer ministro Abe cambió también al máximo responsable del Fondo de pensiones público de Japón, la entidad que mas dinero invierte del país, a quien no le gustaban las injerencias del gobierno obligándole a comprar mas acciones y reducir la tenencia de bonos.
Así pues, quedan cada vez menos economistas y dirigentes discrepantes con la agresiva política monetaria conocida como “Abenomics”.
La segundo noticia saltó el pasado 24 de marzo. El nerviosismo recorrió las salas de tesorería y mercados de capitales. El Banco Central de Japón (BOJ) anunció que disminuía las compras de bonos del estado a 40 años por no poder comprar los volúmenes estimados. En realidad esta ocurriendo algo mucho mas grave. Los precios de estos bonos a largo plazo han subido artificialmente un 30% en apenas 3 meses. Ni la bolsa puede ofrecer estos rendimientos. La situación refleja ya una peligrosa desesperación. El BOJ es prácticamente el comprador de casi todo el papel existente. Ante la burbuja creada en estos bonos de duraciones tan largas, el propio BOJ se ha visto obligado a frenar. Aunque no creo que eso suponga un cambio de política monetaria, sin duda es un serio aviso.
Gráfico de las cotizaciones de la deuda del estado japonés a 40 años, tras compras del Banco Japón en 2016 (fuente: elaboración propia vía Bloomberg).
Según un estudio del FMI, el banco central de Japón ya está alcanzado el límite de su capacidad de compra de bonos del tesoro en los mercados. Según sus autores, el Banco central de Japón deberá reducir la compra de bonos del tesoro ya que no dejara papel para los bancos y aseguradoras y el sistema financiero entraría en problemas
No creo en absoluto que sea una casualidad que la implementación de tipos de interés negativos coincida con los rumores que el BCE quiere retirar los billetes de 500 Euros. Los bancos centrales tratan desesperadamente que el dinero que inyectan en el sistema financiero y bancario, circule al menos en parte por la economía real. La amenaza con los tipos de interés negativos es que si finalmente acaban repercutiéndose a los ciudadanos y empresas en sus cuentas corrientes y depósitos, esto opten por guardar el cash en efectivo en cajas fuertes.
Por último, estamos cada vez mas oyendo insinuaciones que ante la desesperación de los bancos centrales al aplicar medidas inauditas que no tienen efecto, acaben por usar el “helicopter money” es decir lanzar dinero desde un helicóptero en el sentido figurado o ingresar dinero en la cuentas de la gente de forma directa. Me niego a creer que ningún banco central del mundo se capaz de esta locura, es más solo de discutirla ya provoca urticaria.
Al ritmo de las compras actuales del Banco de Japón, los bancos comerciales se quedaran sin bonos en 2017-2018 (Fuente: FMI paper).
Aunque Japón es quizás el país con una política monetaria mas extrema, no es un fenómeno aislado. En un país a las antípodas como es Suecia, los efectos perversos de los tipos de interés negativos y de la política monetaria expansiva de su banco central, esta provocando una burbuja inmobiliaria, financiada con endeudamiento de las familias.
Alzas en los precios inmobiliarios y nivel de endeudamiento familiar en Suecia (fuente:Macquarie Research).
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