Quizás la mayor falsificación de dinero de la historia

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Fotografías del mayor Krugër de las SS, y cerebro de la “Operación Krugër o Reinhard”, (fuente: British National Archives).

La Alemania nazi, uso una arma mortífera en la II Guerra mundial que casi hunde a Inglaterra y a los aliados. La falsificación masiva de millones de billetes de Libras esterlinas y de dólares norteamericanos. Una guerra se puede perder de muchas formas pero la mas clara es por la parte económica, y la Alemania nazi que no pudo invadir Inglaterra ni Estados Unidos, trató de hundirla inundándola de billetes falsos. El objetivo de Alemania, con esta estrategia, era provocar graves problemas económicos por un incremento de la inflación, y podría también minar al confianza internacional en la moneda del imperio británico en el comercio internacional. Obviamente falsificar moneda también le servia a Alemania para conseguir recursos sin coste para pagar a sus espías, a sus confidentes, para importar material militar, alimentario y industrial. Difícilmente, en una época de escasez por la II Guerra Mundial, podía diseñarse una operación mas positiva para Alemania y negativa para los aliados.

El plan fue ideado y dirigido por el mayor de las SS Bernhard Krüger, un antiguo ingeniero textil, con línea directa con Himmler, del 1942 al 1945. Los alemanes buscaron en sus registros policíacos, a todos los expertos falsificadores judíos y los concentraron, los separaron del resto de prisioneros, lo que obviamente les salvo la vida, y les dotaron de un nivel de vida aceptable, y les proporcionaron los mejores medios industriales, tanto en maquinaria como en el mejor papel moneda de una empresa alemana. Su único objetivo era conseguir billetes falsos prácticamente perfectos e indetectables. Este equipo de 142 prisioneros judíos fue llevado a principios de 1942 cerca de Berlín, en el campo de concentración de Sachsenhausen y luego también en el campo de Auschwitz. Se le llamo la “operación Krugër o Bernhard”.

A finales de 1943 aproximadamente, un millón de billetes eran impresos mensualmente, y muchos de ellos fueron transferidos al cuartel general de las SS, en el antiguo hotel cerca de Merano en los alpes italianos para lavarlo, pagando importaciones de todo tipo de bienes y también a espías y confidentes. Hay quien explica que los alemanes pagaron la liberación del dictador benito Mussolini en 1943 con estos billetes falsos, pero no se ha podido demostrar con ninguna evidencia clara.

El Banco de Inglaterra tuvo constancia por primera vez en 1943 de los billetes falsos, y reconoció que fue “la falsificación mas peligrosa que nunca había visto” .

En 22 de febrero de 1945, consiguieron la técnica y las planchas para imprimir el primer billete de $100. La oficina principal del Reich ordenó parar y desmantelar todas las imprentas para evitar ser descubiertas por los aliados ya cerca del final de la guerra.

En abril de 1945 Sachsenhausen fue evacuado ante el avance aliado. Las imprentas se estima habían producido 8.965.080 de billetes con un valor de  £134.610.810. Se consideraron las mejores falsificaciones nunca realizadas, siendo muy difícil o casi imposible de detectar. Se falsificaron billetes de  £5, £10, £20, y £50. Se estima que el total de billetes emitidos equivalían a nada menos el 15% de todos los billetes de libras esterlinas en circulación en la época.

En la evacuación de Sachsenhausen, todo el equipo y maquinaria fueron trasladados a las cuevas cerca del campo de concentración de Ebensee, en Austria. Las ordenes eran esconder las imprentas y matar a todo el equipo de 142 expertos falsificadores para no dejar rastro, pero la complicada logística en la fase final de la guerra les salvó la vida a todos. El campo Ebensee fue liberado el día 6 de mayo de 1945 por las fuerzas armadas norteamericanas. El judío eslovaco Adolf Burger, unos de los prisioneros del equipo de falsificadores sería quien escribiría con detalle sus memorias explicando esta increíble historia.

Se ha sabido que las lógicas ordenes de las SS eran las de matar a los 142 falsificadores, para no dejar ningún rastro a los aliados, e incluso que todos ellos lo sabían, pero falsificando conseguían ganar tiempo y conseguir un milagro que finalmente se produjo. En medio de la guerra al final salvaron su vida ante las prisas de la retirada nazi. Aquí finalizó la “operación Krugër o Reinhard”.

El mayor de las SS Krüger huyó a Suiza, con algunas libras esterlinas encima supongo yo, junto a una mujer, pero fue finalmente detenido por los ingleses y siempre negó la operación y no pudo probarse en juicio. Finalmente volvió a su vida normal y trabajó para la empresa alemana que proporcionaba el papel especial para imprimir billetes. Murió en 1989.

Es esta Web podéis encontrar varios de los documentos históricos sobre esta sorprendente historia.

No os perdáis la película “Los falsificadores” o Die Fälscher (The Counterfeiters) una película del año 2007, producción austriaco-alemana que relata con todo detalle esta increíble historia. El protagonista es el falsificador judío, Salomon ‘Sally’ Sorowitsch, el mayor experto falsificador del grupo de falsificadores de élite de Sachsenhausen. Dudo que en la historia económica moderna se nunca existiese un grupo tan amplio de expertos falsificadores y con todos los medios necesarios.

Es muy buena la escena en la película, en la que un militar alemán de incógnito viaja a Zurich, para ingresar los billetes falsos impresos en Sachsenhausen en su cuenta bancaria para comprobar su validez. Tras la respuesta afirmativa del banquero suizo tras analizarlo, el alemán con mucha sangre fría le comenta, “ya se que usted acaba de comprobarlos, pero le pediría a su banco un análisis mas profundo de estos billetes, ya que tengo ciertas dudas sobre su procedencia”. El banco revisó mas a fondo los billetes y la contestación fue que eran billetes totalmente válidos y de curso legal. Imaginaros la celebración del grupo de 142 prisioneros cuando reciben la noticia que han creado una obra maestra de la falsificación. Su vida dependía de la calidad de sus falsificaciones.

Ruzowitsky el director del film, consultó estrechamente con Adolf Burguer todo el guión de la película que relata la Operación Bernhard.

Buzos rescatando los billetes de libras esterlinas en el lago Toplitz en Austria (1959).

En 1959, unos buzos descubrieron millones de Libras en billetes en el fondo del lago austriaco de Toplitz, cerca de Ebensee, donde se ocultaron las imprentas y los billetes. Muchos de los billetes continuaron circulando libremente por Inglaterra, y el Banco de Inglaterra se vio obligado con los años a variar el formato de muchos billetes hasta que pudo finalmente sustituirlo por nuevos billetes.

Parece pues que en 1943 también se inyectaba dinero artificial a la economía europea, igual que ocurre hoy con los bancos centrales. La diferencia es que entonces el dinero llegaba a la economía real y en cambio hoy en día se queda en el sistema bancario.

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10 Responses

  1. gem

    Muy buen artículo Marc, si se pudiera develar mas suciedades como estas……pero es inútil los alemanes siguen sintiendose que son honoríficos y el resto del mundo basura, son de lo peor.
    gracias

  2. marcs

    Hola Marc,

    ya que el tema va de falsificaciones, te recomiendo el documental “Lucio”, que va sobre la vida de Lucio Urtubia, un anarquista navarro que todavia vive en Francia, y que en los años 70 logró falsiicar cheques del First National City Bank (el actiual Citibank), que casi les hacen quebrar.

    Un saludo.

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