Los hogares norteamericanos y españoles se han excedido en su endeudamiento, y ahora hay que vivir apretados (familia de Lemur).
Mckinsey Global Institute ha calculado que en los Estados Unidos, entre el 2003 y el primer trimestre del 2008, los hogares norteamericanos obtuvieron $2.300 billones financiados por medio de sus viviendas. De este monstruoso importe, $890 billones lo usaron para consumo puro y para mejoras de sus viviendas. Este importe, para situarnos, excede del paquete de estimulo económico del gobierno de Obama. Otros $460 billones lo usaron para devolver prestamos. Un poco mas de $1.000 billones se dedico a inversiones (supongo que en inmobiliario la mayoría, aunque quizás también algo en bolsa o en empresas).
Estos números siguen confirmando como el crecimiento continuo en el consumo privado norteamericano provenía de puro endeudamiento. Solo así puede entenderse las tasas de ahorro negativas en Estados Unidos justo antes de la crisis actual. Está claro ahora, que nos estaban avisando.
No hay datos para la economía española, pero todos sabemos que este fenómeno de consumir a base del endeudamiento, por la sensación de incremento de riqueza por las continuas alzas en el precio de la vivienda, no fue exclusivo de los norteamericanos
Pau A. Monserrat
Y ahora que hacemos, un desapalancamiento tan brutal que llevará a muchas familias y empresas a la ruina?
Marc Garrigasait
Si por desgracia Pau, los bancos han dado en 5 años préstamos correspondientes a 15 años, desgraciadamente no se daran préstamos en muchos años. Solo hace pocos años los bancos empujaban a los clientes a pedir prestamos y ahora les están ahogando para que los devuelvan.
Pedro
La solución para poder sobrevivir a los ciclos no es nada nueva. Hace mucho la inventó en Egipto un tal José ¿recuerdan? es la historia de las vacas gordas y las flacas. Se trata de ahorrar en los tiempos de bonanza, para tener disponible ese ahorro en los tiempos de escasez. El problema es que nosotros hemos hecho lo contrario, en los tiempos de bonanza hemos gastado incluso mas de lo que ingresabamos, endeudándonos. Ahora en los tiempos de escasez, además de sobrevivir, hemos de devolver las deudas, con unos ingresos mermados. La conclusión es clara: lo vamos a pasar, mal, muy mal.